viernes, 31 de enero de 2014

Presentaciones.

Mi nombre es Mariana, se puede decir que soy un ejemplo de hija, hermana, amiga, etc. o por lo menos así era hasta el momento en que conocí a aquella persona que de una u otra manera cambiaría mi vida.
 Su nombre es Santiago, yo no sabia nada de él,ni nunca lo había escuchado antes,  hasta el día en que uno de mis mejores amigos decidió presentarnos, para mi aquel muchacho no era nada del otro mundo, para él yo era una niña muy bonita. Al principio a mi no me cayo nada bien, en realidad creo que era imposible hallar a alguien mas arrogante y fastidioso que él, lo que yo no sabía era que con el tiempo sucederían tantas cosas con aquella persona que hasta entonces se podría decir que "detestaba"...
 
El nombre del amigo que nos presento es Felipe, un amigo que conservo aun y lo tengo desde mi infancia.
La historia con Felipe al principio fue algo complicada, yo no soy una mujer que se deja deslumbrar tan fácilmente, para mi cosas como el dinero, y el poder no tienen gran importancia, En fin, para resumir un poco todo, Felipe estuvo enamorado de mi como desde el primer momento en que me conoció, lo único es que yo nunca le puse atención, hasta que se canso de insistir y tomo como única opción de estar cerca mio, ser uno de mis mas gratos amigos.
Felipe y Santiago eran amigos también desde hacia mucho tiempo, pues vivían muy cerca el uno del otro y de vez en cuando jugaban fútbol juntos. 
Mi historia con Santiago empieza realmente en el momento en que decido entrar a un instituto de idiomas.
Para mi sorpresa a este mismo instituto de idiomas asistia aquella persona que me habían presentado un poquito de tiempo atrás, Santiago, en realidad lo note como 4 meses después de haber comenzado a ir a aquel lugar.
Un día mi padre no pudo irme a recoger al instituto y yo debía tomar un taxi para regresar a casa, pero aquel día estaba de mala suerte y ninguno pasaba. Al ver que empezaba a quedarme sola y tener conocimiento de que la zona era muy peligrosa decidí salir de aquel lugar, con la intención de caminar un poquito más para hallar un vehículo... Recién salí de aquel lugar me topé con Santiago el cual me saludó y me preguntó que a que lugar me dirigía y que quien me recogería; Después de haberle respondido, él muy amablemente se ofreció a llevarme a casa, lo cual acepté teniendo en cuenta las circunstancias en las que me encontraba. En realidad se me hizo totalmente raro que alguien como él, pudiese ser tan caballeroso; sin embargo durante todo el camino a casa no hubo más ruido entre nosotros que el de su música, la cual a pesar de no conocer, me gustaba. 
Al llegar a mi casa le di las gracias por haberse tomado esa molestia, y él sin rodeos me pidió mi número telefónico, lo mínimo que yo podía hacer era dárselo con gusto, teniendo en cuenta lo Cortés que había sido conmigo, nos despedimos con un beso en la mejilla.
 al llegar a mi casa no pude dejar de pensar en aquél joven que a pesar de ser tan arrogante y fastidioso podía ser tan caballeroso como aquellos hombres que sólo se encuentran en los libros...
En mis sueños lo veía.


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